Por Diana Jiménez/e-consulta
A consecuencia de heridas de arma de fuego, murió el dueño de un bar en el municipio de Huauchinango. El occiso tenía abierto el negocio durante la madrugada, cuando unos sujetos ingresaron y perpetraron el crimen por motivos desconocidos.
La víctima se llamó Joaquín Ortiz Othon, de 36 años de edad, quien murió al recibir impactos de bala en el tórax y el abdomen.
Su hermano, quien también administra el establecimiento de bebidas embriagantes, relató que ayer por la madrugada unos individuos entraron al bar denominado “Luces de Nueva York”, ubicado en calle Reforma sin número del barrio de Santiago de la población de Xaltepuxtla.
Dijo que cuando Joaquín se dio cuenta de la presencia de estas personas, apagó la luz del bar y se escondió en el baño. Acto seguido, escuchó unas detonaciones de arma de fuego, pero, al no oír más, salió a ver qué había pasado y encontró a su hermano tirado en el piso.
Al notar que Joaquín aún tenía signos de vida, pidió ayuda y lo trasladó al Hospital General de Huauchinango. Sin embargo, pereció en el camino.
Al percatarse que ya nada se podía hacer, regresó a su casa con el cadáver y ahí se realizó la diligencia. Una de las líneas de investigación que no se ha descartado es que los responsables hayan entrado a robar, pues no se llevaron nada. No obstante, las indagatorias se están llevando a cabo bajo la averiguación previa 107/2011/HUAUCHINANGO.
La víctima se llamó Joaquín Ortiz Othon, de 36 años de edad, quien murió al recibir impactos de bala en el tórax y el abdomen.
Su hermano, quien también administra el establecimiento de bebidas embriagantes, relató que ayer por la madrugada unos individuos entraron al bar denominado “Luces de Nueva York”, ubicado en calle Reforma sin número del barrio de Santiago de la población de Xaltepuxtla.
Dijo que cuando Joaquín se dio cuenta de la presencia de estas personas, apagó la luz del bar y se escondió en el baño. Acto seguido, escuchó unas detonaciones de arma de fuego, pero, al no oír más, salió a ver qué había pasado y encontró a su hermano tirado en el piso.
Al notar que Joaquín aún tenía signos de vida, pidió ayuda y lo trasladó al Hospital General de Huauchinango. Sin embargo, pereció en el camino.
Al percatarse que ya nada se podía hacer, regresó a su casa con el cadáver y ahí se realizó la diligencia. Una de las líneas de investigación que no se ha descartado es que los responsables hayan entrado a robar, pues no se llevaron nada. No obstante, las indagatorias se están llevando a cabo bajo la averiguación previa 107/2011/HUAUCHINANGO.
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