Difusión Cencos/México D.F.-
El asesinato del investigador
Ernesto Méndez Salinas este 8 de noviembre en Cuernavaca, Morelos, ha golpeado
nuevamente a la comunidad académica y universitaria, en un hecho que se suma a
la incontenible ola de violencia que azota a la población morelense sin que
haya una política institucional capaz de enfrentarla, detenerla, prevenirla y
garantizar la vida y los derechos humanos de la población.
Este es el segundo caso que ocurre en Morelos contra la comunidad
universitaria, teniendo el caso de la investigadora Yadira Dávila Martínez, de
37 años de edad, cuya desaparición ocurrió el 5 de agosto de este año sin que
haya justicia, como antecedentes inmediato.
Ernesto Méndez Salinas se desempeñaba como investigador del Instituto de
Biotecnología de la UNAM
en el Campus Chamilpa, ubicado en Morelos, y fue victima de una agresión mortal
a las 23:40 de noche, cuando circulaba en su camioneta en una de las principales
avenidas de Cuernavaca, como es Teopanzolco, sin que sus asesinos fueran
detenidos. Hasta el momento, las autoridades de la PGJ han orientado sus
investigaciones hacia el móvil del robo del vehículo, sin embargo, hasta el
momento no hay avance alguno en este hecho.
Hoy nos enteramos que la comunidad académica de la UNAM llevó a cabo una
movilización hacia la funeraria para acompañar a los familiares de Ernesto
Méndez Salinas, contando incluso con la presencia del Rector de la UNAM , José Narro Robles.
Exigimos una investigación inmediata y a fondo de estos casos y que se
esclarezcan los hechos para que no queden impunes como muchos otros, toda vez
que la mayoría de los crímenes de estudiantes, mujeres, jóvenes, trabajadores, empleadas,
trabajadores, taxistas, carniceros, hojalateros, albañiles, electricistas y
deportistas, que nada tienen que ver con la delincuencia organizada, no se han
esclarecido no localizado a los culpables para juzgarlos y sancionarlos
legalmente.
El clima de inseguridad está afectando a todos los sectores de la
sociedad y el costo humano se ha elevado de manera continua durante el actual
gobierno panista. Todas las medidas que se han anunciado han sido
insuficientes, erráticas y carentes de resultados. Contrariamente a la versión
oficial en el sentido de que se está controlando a los grupos y personas que
cometen esta clase de ilícitos, es claro que la violencia desbordada cuenta con
el aval y complicidad de los propios cuerpos policíacos y funcionarios que se
ven inmersos en procesos de corrupción y vinculación con quienes cometen los
crímenes atroces. La impunidad en la inmensa mayoría de los crímenes que se
cometen es la garantía de que se seguirán cometiendo.
Nuestra
organización llama a todas las autoridades a poner atención a estos casos y que
así como hemos señalado puntualmente que la violencia feminicida sea atendida
con celeridad, además de todos los crímenes cometidos en contra de personas a
las que inmediatamente se les trata de vincular con la delincuencia organizada
sin que puedan defenderse.