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Durante nueve meses Mitzi, de 15 años de edad, mantuvo en secreto que estaba embarazada porque la violaron, aunque le dio la noticia a su mamá el mismo día que nació su bebé, pero lo hizo después de que lo asesinó a puñaladas.
La adolescente enfrentó sin apoyo de un médico, pues estaba en su recámara. Después de unos minutos, lo vio nacer, sin embargo, le enterró un cuchillo y el pequeño murió.
Mitzi comenzó a desangrarse y fue entonces cuando su mamá llamó al número de emergencia 066 y paramédicos y policías llegaron a la casa, ubicada en la Colonia Chinampac de Juárez, Delegación Iztapalapa.
La Procuraduría General de Justicia del DF inició una averiguación previa por el delito de homicidio en contra de la menor, que sabrá su destino jurídico cuando salga del Hospital Xoco, a donde fue trasladada.
Médicos que atendieron a Mitzi indicaron que ella está estable, y que al parecer no habrá consecuencias fatales por la falta de atención especializada que hubo durante su parto.
Aunque todavía no declara ante el Ministerio Público, la adolescente contó que la habían violado y que no quería a su hijo porque era producto de la agresión que padeció, por eso se le ocurrió matarlo con un cuchillo.
El cuerpo del niño fue llevado a la Coordinación Territorial Iztapalapa 5, donde se le aplicarán los peritajes correspondientes y será entregado a los familiares.
En 2010 la madre de unas gemelas de 4 años de edad también las asesinó, aunque en esa ocasión por venganza a su marido que la abandonó, luego de dos décadas de estar casados.
María Arrieta mató a Miriam y Josebeth, después habló por teléfono con su esposo para decirle que se iba a arrepentir, pero éste no le creyó, y días después encontraron los cuerpos de las niñas en un tambo con agua. La mujer fue detenida, acusada y consignada a un reclusorio por el delito de homicidio calificado.
En otro caso, la Procuraduría de Santa Catarina, Nuevo León, detuvo a Jenni Jazmín López, de 19 años, acusada de matar a su bebé de un año seis meses, luego de que se peleó con su pareja.
Las investigaciones indican que la joven quiso desquitar su coraje envolviendo a su bebé en una cobija, luego de pelear con su pareja, pero además intentó engañar a la autoridad argumentando que la niña se había caído de la cama.
