Se hizo varios cortes en el cuerpo con un cristal; ingresó por la madrugada pero no intentó robar nada
por ODILÓN LARIOS NAVA
Desequilibrado mental ingresó a buffet jurídico de La Paz, donde no intentó sustraer nada de valor, simplemente eligió ese sitio para arrebatarse la vida. Con un vidrio del ventanal que rompió para ingresar, se hizo varios cortes en el cuerpo, luego su sangre como tinta escribió leyendas en tres de las paredes, gracias a la aparición de uno de los abogados se solicitó el apoyo de la policía municipal y de los paramédicos y de esta forma se evitó que este joven de aproximadamente 25 años de edad tuviera un triste fin.
Ingresa a buffet jurídico sólo para intentar terminar con su vida al interior de una oficina. Gracias a la reacción de los policías y paramédicos se impidió que lograra su cometido.
El abogado Armando Águila Báez, fue el primero en llegar a las instalaciones del buffet jurídico, Rusell Bedford, ubicado en la 3 Poniente casi esquina con Teziutlán Sur de la colonia La Paz. Al dirigirse a su oficina ubicad en el segundo piso, antes de entrar una voz lo alertó desde el interior diciendo: “No quiero matar a nadie”.
Espantado el abogado salió del lugar y llamó al Centro de Emergencias y Respuesta Inmediata (CERI) 066, para decir que alguien ajeno a las oficinas se encontraba en el interior. Acudieron de inmediato uniformados del Sector 3 de la Policía Municipal, quienes se entrevistaron con el abogado y este les permitió el acceso al lugar.
Los policías llegaron hasta la oficina donde se encontraba el sujeto, hasta ese momento no sabían a qué se enfrentaban. Cuando lograron mirar dentro, se percataron de que el hombre en cuestión estaba sangrando y que en las paredes había escrito varias leyendas con sangre, en el piso de duela se observaba mucha sangre derramada.
Al ver a los policías el joven, que dijo llamarse Rodrigo Barrientos Vázquez, de aproximadamente 25 años de edad, tomó con sus dos manos un vidrio del ventanal que rompió para ingresar a esas oficinas, y luego lo coloco bajo su garganta y comenzó a clavárselo en diversas ocasiones, la sangre no tardó en aparecer y derramarse profusamente.
Con una reacción instantánea los policías municipales solicitaron una ambulancia, siendo la 294 de Cruz Roja la primera en arribar, fueron sus paramédicos quienes se encargaron de tranquilizar a Rodrigo y darle los primeros auxilios. Hasta antes de la llegada de los paramédicos, se presumía se podría tratar de un robo a las oficinas, sin embargo esto fue descartado, ya que se sabe el suicida en potencia padece de sus facultades mentales, probablemente esquizofrenia y delirio de persecución.
Los paramédicos de la Benemérita Institución se encargaron de estabilizar las heridas y tranquilizar a Barrientos Vázquez, a la vez que informaban al abogado el posible estado mental del intruso. Es por ello que Armando Águila Báez, no quiso proceder en contra del allanador.
Al preguntarle la razón de por qué atentar contra su integridad si la vida es hermosa, Rodrigo Barrientos respondió: “Qué tiene de bonita. Yo tengo la suerte de que cada año me dan ganas de matarme”.
De los tres mensajes que escribió con sangre, en tres de las paredes de la oficina, sólo uno es legible, en él se lee: “Perdón familia, pero hubiera sido peor”. Los otros dos escritos son ininteligibles. El hombre señaló que no es la primera vez que intenta acabar con su vida.
El abogado que lo descubrió comentó: “Cuando entré el señor ya estaba en esa oficina, y empezó a decir que no quería lastimar a nadie, que no quería lastimar a nadie. Y yo me espanté porque pensé que estaba armado. Le dije, yo me voy, y me salí de la oficina. Y fue cuando llamé al 066”.
Rodrigo Barrientos, fue trasladado al Hospital de Traumatología y Ortopedia, a bordo de la ambulancia de Cruz Roja, para su atención médica. Así gracias a la oportuna aparición del abogado, y a la reacción de los policías municipales del Sector 3 y de los paramédicos de Cruz Roja se evitó que este hombre lograra su cometido y muriera desangrado.
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