Por José Martínez M.
La Procuraduría General de la República ha hecho saber que el ingeniero Jorge Hank Rhon es investigado por presuntos delitos vinculados al crimen organizado. De ser así, las autoridades mexicanas tienen ante sí una magnífica oportunidad para deslindar responsabilidades sobre este mítico personaje que ha sido calificado por el Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas (NDIC, por sus siglas en inglés), como “una significativa amenaza criminal" para la sociedad estadounidense. Por este motivo hace un par de años fue considerado como una persona “indeseable” y se le canceló la visa para jamás en su vida pisar territorio estadounidense.
Los Hank no sólo son una de las familias más ricas y poderosas de México, como lo puede constatar el hecho de que el presidente nacional del PRI, Humberto Moreira y el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto estén dando la cara por él. En Estados Unidos los Hank también tienen muchas influencias y negocios. Los Hank gozaron de la protección de dos presidentes de Estados Unidos: George Bush, padre y George W. Bush.
En ambos casos los Hank hicieron aportaciones ilegales para sus campañas presidenciales. Eso explica también porque la ex procuradora Janet Reno llegó a desacreditar una de las más ambiciosas investigaciones de las agencias antidrogas y de lavado de dinero, nos referimos a la llamada “Operación Tigre Blanco” emprendida a mediados de los noventa.
Esta Operación fue llevada a cabo inicialmente por el Destacamento Fuerza de Tarea de Crímenes Financieros de San Diego, California, con el apoyo de la DEA, el FBI y el Servicio de Aduanas del Departamento del Tesoro.
Durante años varios grupos de agentes fueron documentando las actividades criminales de los Hank en Estados Unidos; fue así que una de las primeras acciones derivó en el arresto y encarcelamiento del chofer personal de Jorge Hank Rhon, Rodolfo García González, quien contrabandeó 126 libras de cocaína a los Estados Unidos desde México, vía Aduana La Mesa de Otay, el 17 de noviembre de 1995. El agente del caso fue Tim Daniels, en San Ysidro, California.
Otro caso se dio cuando Jorge Hank Rhon fue identificado como colaborador de los traficantes de animales exóticos en los Estados Unidos, para exportar a México. Se recuperó un cachorro de tigre blanco siberiano. El caso se inició el 19 de agosto de 1991 y el agente responsable fue Ricky Bernard, de San Diego, California y la fiscal fue Ann Perry.
Después Jorge Hank Rhon estuvo bajo la lupa de la investigación financiera "Operación Línea Verde", de una organización colombiana de traficantes de cocaína y narcóticos y de lavado de dinero que operaba en San Diego, California, de acuerdo al informante USCS, SA-510-SD; en este caso Jorge Hank Rhon estaba involucrado con Mario Valdovinos, sospechoso del caso. El operativo comenzó el 12 de enero de 1989 y fue encabezado por los agentes Sonny Manzano, Frank Marwood, de San Diego y el fiscal fue L. J. O'Neale.
El reporte de investigación del Servicio de Aduanas del Departamento del Tesoro realizó el siguiente apunte sobre los Hank, bajo la firma de Broyles Robert A., agente especial senior, aprobado por Roberts Philip W., Supervisor de grupo:
“Carlos Hank González y sus dos hijos, Carlos Hank Rhon y Jorge Hank Rhon, han sido desde hace tiempo objeto de investigaciones relacionadas con corrupción política, soborno, evasión fiscal, lavado de dinero, actividades ilegales y organizaciones corruptas. La familia Hank controla un consorcio de negocios que tiene relaciones financieras con las más grandes organizaciones del tráfico de drogas en México. Se está haciendo un gran esfuerzo de investigación, con la cooperación de muchas agencias, por parte del destacamento Fuerza de Tarea de Crímenes Financieros de San Diego, con el propósito de implementar algunas nuevas técnicas de investigación así como estrategias de seguimiento. Se han identificado objetivos y están siendo aplicadas estrategias específicas en la evolución de este caso. Este reporte informa sobre la Organización Hank Rhon e incluye la historia y significado de las actividades de la familia Hank, los principales sospechosos y las líneas de investigación a seguir”.
Pero profundicemos en los detalles de esta investigación en lo que se refiere al equipo que la llevó a cabo como se apunta en el documento confidencial de la Operación Tigre Blanco y dice así:
“Se ha iniciado un caso por el Destacamento Contra las Drogas y el Crimen Organizado (OCDETF, por sus siglas en inglés), titulado "Operación Tigre Blanco", que son miembros del Destacamento Financiero de San Diego. Este caso de la OCDETF intenta probar las violaciones cometidas a las leyes de Estados Unidos, realizadas en el Distrito Sur de California por Carlos Hank González y sus dos hijos, Carlos Hank y Jorge Hank Rhon. Se designó a Robert Ciaffa como el Asistente del Abogado de los Estados Unidos (fiscal). (AUSA, por sus siglas en inglés).
“El investigador responsable del caso es Linda Morris, quien es Agente de la Fuerza de Tarea (TFA, por sus siglas en inglés) asignada a la Agencia Antidrogas (DEA, por sus iniciales en inglés) de la división de San Diego.
“El TFA Morris es respaldado por el Agente Especial (S/A) Ross Krautwald y S/A Philippe LeVine, ambos asignados por la División de San Diego de la DEA. El caso respectivo en la DEA es R2-96-0534. También se asignó a este caso a S/A Pete Platt del Servicio de Rentas Públicas Internas (I.R.S., por sus siglas en inglés), División de Investigación Criminal (C.I.D., por sus siglas en inglés), oficina de San Diego. Para apoyar este caso ha sido asignado el agente Robert Broyles del Grupo IV de USCS, Oficina de Investigaciones, SAC/San Diego. Adicionalmente se ha asignado cierto número de personal de oficinas judiciales del estado, condado y locales para apoyar la "Operación Tigre Blanco".
“Los miembros de la familia Hank son figuras prominentes y ricas que cuentan con una larga historia de relaciones con las altas esferas del gobierno mexicano. La familia Hank controla un cierto número de negocios, corporaciones y empresas. Las investigaciones financieras han determinado que es a través de estos negocios, corporaciones y empresas que la familia Hank se ha ligado con las grandes organizaciones del tráfico de drogas. Evidencia de esta relación ha brotado por la cooperación de fuentes confidenciales de información. Además la investigación de eventos y actividades externas ha corroborado los datos proporcionados por los informantes y los testigos”.
Aquí están algunos de los argumentos de los que el gobierno del presidente Felipe Calderón debe disponer, si en realidad su gobierno tiene la voluntad política de acabar con la impunidad. Si en realidad ese es el deseo de su gobierno podría solicitar al gobierno del presidente Obama su colaboración en base a los acuerdos bilaterales para atacar al crimen organizado. Las investigaciones están claras y detalladas. Y aún hay más más como diría un clásico de la televisión.
*José Martínez M., es periodista y escritor. Autor del libro: Las enseñanzas del profesor. Indagación de Carlos Hank González. Lecciones de poder, impunidad y corrupción, editado por Océano.