Por Diana Jiménez/e-consulta
Tres policías municipales de Lara Grajales, presuntos integrantes de la banda delictiva “Los Zetas”, que mantuvieron privado de su libertad a un grupo de migrantes centroamericanos en octubre de 2008, fueron sentenciados a 144 años de prisión por los delitos de secuestro calificado y delincuencia organizada calificada.
La Procuraduría General de la República (PGR) relató este caso ante el Comité de Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos de los Trabajadores Migratorios, en una reunión celebrada en Ginebra, Suiza, el pasado 4 de abril.
Tres policías municipales de Lara Grajales, presuntos integrantes de la banda delictiva “Los Zetas”, que mantuvieron privado de su libertad a un grupo de migrantes centroamericanos en octubre de 2008, fueron sentenciados a 144 años de prisión por los delitos de secuestro calificado y delincuencia organizada calificada.
La Procuraduría General de la República (PGR) relató este caso ante el Comité de Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos de los Trabajadores Migratorios, en una reunión celebrada en Ginebra, Suiza, el pasado 4 de abril.
Un reporte sintetizado sobre el caso que fue llevado en el Juzgado Octavo de Distrito bajo el proceso 77/2008, revela que -además de la condena de 144 años en prisión- cada uno de los policías, quienes son Juan Carlos Jiménez Guerra, Higinio Bravo Daza y Ramón Calvo López, deberá pagar una multa de 696 mil 564 pesos por los delitos antes mencionados.
“Estos son los sujetos que acordaron organizarse para realizar en forma reiterada los días 9, 11 y 12 de octubre de 2008, la privación de la libertad de personas internadas ilegalmente en el país. Lo anterior mediante la violencia física y con el ánimo de obtener rescates por las cantidades de 3 mil 500 dólares”, explica parte del informe.
Detalla juez las penas para los agentes y sus cómplices
El juez determinó que las pruebas que los acusaban eran reales y por ello estableció las siguientes penas a los policías:
-Por secuestro calificado, primero pagarán 45 años de prisión y una multa de 74 mil 250 pesos, por secuestros perpetrados el 9 de octubre de 2008.
-Posteriormente, deberán purgar otros 45 años de prisión y una multa de 74 mil 250 pesos, por secuestros perpetrados el 11 de octubre de 2008.
-Finalmente, deberán purgar otros 45 años de prisión y una multa de 74 mil 250 pesos, por secuestros perpetrados el 11 de octubre de 2008.
-Además, por el delito de delincuencia organizada calificada pasarán otros nueve años en la cárcel y pagarán una multa de 473 mil 814 pesos.
Aparte de los tres uniformados, son cinco sujetos más –entre ellos dos mujeres- los que se encuentran relacionados en el caso, ya que a ellos los agentes les entregaban a los extranjeros para que los retuvieran.
Se trata de: Heriberto Rodríguez Meza y Carlos Alvarado Espinoza, Tomás del Ángel Hernández, María Cristina Galán Alanís o María Cristina Galván Alanís y Jacqueline López Córdova, a quienes se les fincaron los delitos de delincuencia organizada simple y secuestro simple.
Los varones fueron sentenciados a seis años de prisión y multa de 315 mil 562 pesos, mientras que las mujeres, quienes vigilaban y alimentaban a los indocumentados, tendrán que pagar una condena de cuatro años en prisión y una multa de 12 mil 375 pesos.
El juez determinó que las pruebas que los acusaban eran reales y por ello estableció las siguientes penas a los policías:
-Por secuestro calificado, primero pagarán 45 años de prisión y una multa de 74 mil 250 pesos, por secuestros perpetrados el 9 de octubre de 2008.
-Posteriormente, deberán purgar otros 45 años de prisión y una multa de 74 mil 250 pesos, por secuestros perpetrados el 11 de octubre de 2008.
-Finalmente, deberán purgar otros 45 años de prisión y una multa de 74 mil 250 pesos, por secuestros perpetrados el 11 de octubre de 2008.
-Además, por el delito de delincuencia organizada calificada pasarán otros nueve años en la cárcel y pagarán una multa de 473 mil 814 pesos.
Aparte de los tres uniformados, son cinco sujetos más –entre ellos dos mujeres- los que se encuentran relacionados en el caso, ya que a ellos los agentes les entregaban a los extranjeros para que los retuvieran.
Se trata de: Heriberto Rodríguez Meza y Carlos Alvarado Espinoza, Tomás del Ángel Hernández, María Cristina Galán Alanís o María Cristina Galván Alanís y Jacqueline López Córdova, a quienes se les fincaron los delitos de delincuencia organizada simple y secuestro simple.
Los varones fueron sentenciados a seis años de prisión y multa de 315 mil 562 pesos, mientras que las mujeres, quienes vigilaban y alimentaban a los indocumentados, tendrán que pagar una condena de cuatro años en prisión y una multa de 12 mil 375 pesos.
Los migrantes fueron mutilados
El pasado 12 de octubre de 2008, los centroamericanos, procedentes de Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador, decidieron liberarse de sus plagiarios, pues eran torturados mediante cortadas profundas, cortaduras y quemaduras de cigarro en los genitales, mutilaciones de dedos, pezones, entre otros.
Ese día, aproximadamente a las 12:00 horas, huyeron de la casa de seguridad en la que estaban cautivos. Los pobladores de Lara Grajales los vieron correr a algunos desnudos y a otros semidesnudos, pero heridos, por lo que decidieron auxiliarlos.
Una vez a salvo, los migrantes dijeron haber sido secuestrados por personas fuertemente armadas que se habían identificado como “Zetas”. De hecho, reconocieron que elementos de la Policía Municipal a bordo de la patrulla 13701 eran los que los capturaban en las vías del tren, para después llevarlos a la casa de seguridad donde eran entregados a los secuestradores a cambio de mil dólares por cada uno de ellos.
“…los mismos extranjeros se rebelaron contra sus secuestradores, quienes exigían a sus familiares el depósito de cantidades de mil a 3 mil 500 dólares bajo la falsa creencia de que sería para trasladar a otro país al familiar que tenían cautivo, lo que desde luego los depositantes ignoraban…”, refiere la síntesis del proceso.
Fue entonces que con la ayuda de los habitantes, se logró la detención de los siete plagiarios. Sin embargo lo último que se informó sobre el caso fue el 14 de enero de 2009, cuando el Juez Octavo de Distrito dictó auto de formal prisión a estas personas y recientemente fueron sentenciados
El pasado 12 de octubre de 2008, los centroamericanos, procedentes de Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador, decidieron liberarse de sus plagiarios, pues eran torturados mediante cortadas profundas, cortaduras y quemaduras de cigarro en los genitales, mutilaciones de dedos, pezones, entre otros.
Ese día, aproximadamente a las 12:00 horas, huyeron de la casa de seguridad en la que estaban cautivos. Los pobladores de Lara Grajales los vieron correr a algunos desnudos y a otros semidesnudos, pero heridos, por lo que decidieron auxiliarlos.
Una vez a salvo, los migrantes dijeron haber sido secuestrados por personas fuertemente armadas que se habían identificado como “Zetas”. De hecho, reconocieron que elementos de la Policía Municipal a bordo de la patrulla 13701 eran los que los capturaban en las vías del tren, para después llevarlos a la casa de seguridad donde eran entregados a los secuestradores a cambio de mil dólares por cada uno de ellos.
“…los mismos extranjeros se rebelaron contra sus secuestradores, quienes exigían a sus familiares el depósito de cantidades de mil a 3 mil 500 dólares bajo la falsa creencia de que sería para trasladar a otro país al familiar que tenían cautivo, lo que desde luego los depositantes ignoraban…”, refiere la síntesis del proceso.
Fue entonces que con la ayuda de los habitantes, se logró la detención de los siete plagiarios. Sin embargo lo último que se informó sobre el caso fue el 14 de enero de 2009, cuando el Juez Octavo de Distrito dictó auto de formal prisión a estas personas y recientemente fueron sentenciados
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