Reforma Móvil
El Centro de Bienes Asegurados de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) tiene todo lo necesario para convertirse en un museo del delito.
En una bodega de más de 400 metros cuadrados, en Azcapotzalco, se albergan 15 millones de objetos relacionados con averiguaciones previas y juicios, de acuerdo con Hugo Pérez, director de Bienes Asegurados de la PGJDF.
Ahí se encuentran artículos que utilizaron criminales como Juana Barraza, "La Mataviejitas", o Alfredo Ríos Galeana, el mítico ladrón de bancos.
Una vieja caja fuerte resguarda el último botín de Ríos Galeana: 20 millones de pesos... pero de los viejos. Hoy esos billetes, en excelente estado, no alcanzan ni el uno por ciento de su valor original.
Durante 15 años se ha añejado un cargamento de más de 3 mil botellas de licor incautadas por la PGR en un operativo en Tepito.
De "La Mataviejitas" se guarda la vestimenta que llevaba el día de su captura, las fotografías tamaño infantil que llevaba en el monedero, algunas identificaciones falsas y hasta el estetoscopio con el que se hacía pasar como enfermera para ganarse la confianza de las mujeres a las que asesinó.
Mientras se avanza por los pasillos, se van combinando olores a humedad y a polvo, pero, al llegar al último de ellos, se percibe un aroma diferente: una combinación a sangre y muerte.
Ese lugar es especial, pues almacena todos los objetos que envía la Fiscalía de Homicidios, desde piedras con sangre, botellas, bats y cuchillos hasta la ropa que vestían las víctimas.
Ahí también se encuentran los disfraces de "El Poeta Caníbal", José Luis Calva Zepeda, así como una libreta donde plasmaba algunas de sus ideas.
También, durante largo tiempo, resguardaron trajes y cuerdas que utilizó Gregorio "Goyo" Cárdenas, "El Estrangulador de Tacuba", quien fuera el primer homicida serial del México.
Y por casi 10 años, tuvieron el bote de tamales en el que Trinidad Ramírez, "La Tamalera Asesina", cocinó a su esposo en la Colonia Portales.
"Aquí nada se puede perder, todo está ubicado y tiene que estar listo para cuando el MP o un juez lo solicite", señaló Pérez.
En el lugar, también hay cosas bellas, entre ellas 96 obras de arte que robó "Paco El Elegante", quien se especializó en hurtar pinturas en residencias de Bosques de las Lomas y Polanco, en la década de los 80.
Hay joyas robadas que tenían delincuentes desde el año 1978, entre ellas relojes de oro, anillos y pulseras valuadas en miles de pesos.
Merardo Lugo, jefe de departamento de Valores y Armas, afirmó que los objetos que más están llegando son celulares y actualmente hay 40 mil móviles.
Ahora está creciendo la entrada de computadoras, memorias USB y discos compactos.
A decir de los empleados de la PGJDF, el lugar está lleno de "malas vibras" y fantasmas, frecuentemente se escuchan ruidos, se mueven objetos y no falta quien ha sentido que lo tocan por la espalda y al voltear no ve a nadie.
"Hay objetos que ya se destruyeron por el paso de los años, pero los tuvimos por mucho tiempo y otros que siguen aquí y generan muchas malas vibras por tantos delitos y cosas malas", dijo Jaime Ibarra, jefe del Departamento de Bienes Asegurados.
Por todo lo anterior, cada año, el personal del Centro junta dinero para que se oficie una misa en el lugar y un sacerdote eche agua bendita, pues aseguran que hay fantasmas.
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