Reforma/Quecholac, Pue.-
El cadáver de un hombre de aproximadamente 24 años que fue secuestrado se encontró abandonado en la carretera que va de Quecholac hacia Palmarito Tochapan, al este del Estado.
De acuerdo con la Policía Municipal de Quecholac, el cuerpo estaba maniatado, amordazado y envuelto en una cobija, además de que tenía varios golpes en el cuerpo y en el cráneo.
Cerca del mediodía de ayer los lugareños encontraron el bulto tirado a un costado de la vialidad.
Por lo anterior dieron aviso a los cuerpos de emergencias, quienes confirmaron que la víctima tenía un trapo en la boca, cinta adhesiva en el cuello y tenía las manos atadas a la espalda.
El cadáver fue trasladado en calidad de desconocido al anfiteatro de Tecamachalco, en donde fue reconocido por sus familiares.
Estos dijeron al Agente del Ministerio Público de la localidad que desde el 31 de marzo no lo veían cuando salió de su domicilio manejando una camioneta tipo Cheyenne.
Sin embargo, reconocieron que horas después de la última vez que lo vieron con vida recibieron una llamada informándoles que había sido secuestrado y que pedían por su liberación cuatro millones de pesos.
El cadáver de un hombre de aproximadamente 24 años que fue secuestrado se encontró abandonado en la carretera que va de Quecholac hacia Palmarito Tochapan, al este del Estado.
De acuerdo con la Policía Municipal de Quecholac, el cuerpo estaba maniatado, amordazado y envuelto en una cobija, además de que tenía varios golpes en el cuerpo y en el cráneo.
Cerca del mediodía de ayer los lugareños encontraron el bulto tirado a un costado de la vialidad.
Por lo anterior dieron aviso a los cuerpos de emergencias, quienes confirmaron que la víctima tenía un trapo en la boca, cinta adhesiva en el cuello y tenía las manos atadas a la espalda.
El cadáver fue trasladado en calidad de desconocido al anfiteatro de Tecamachalco, en donde fue reconocido por sus familiares.
Estos dijeron al Agente del Ministerio Público de la localidad que desde el 31 de marzo no lo veían cuando salió de su domicilio manejando una camioneta tipo Cheyenne.
Sin embargo, reconocieron que horas después de la última vez que lo vieron con vida recibieron una llamada informándoles que había sido secuestrado y que pedían por su liberación cuatro millones de pesos.
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