Ricardo Marín/El Sol de Puebla
Un campesino de 65 años de edad, originario de la comunidad de Ixtacuixtla, fue mordido por una víbora de cascabel cuando laboraba sus tierras en San Martín Texmelucan, en los límites con Tlaxcala.
Los hechos le ocurrieron a don Demetrio García Pérez el pasado martes cuando labraba los surcos en sus terrenos de siembra ubicados en Alpozonga, Tlaxcala.
Dieron las cinco de la tarde cuando don Demetrio se disponía a finalizar la jornada del día barbechando y limpiando el último surco de sus terrenos, en esos momentos dijo haber escuchado un ruido extraño frente a él, percatándose que una serpiente de aproximadamente metro y medio de largo se preparaba para atacarlo.
Una vez que estuvo al alcance del ponzoñoso animal, agregó que lo único que sintió fue un par de piquetes en la mano derecha entre los dedos como si le inyectaran "ácido" en las venas para de inmediato reaccionar y observar que el reptil seguía en posición defensiva.
De manera rápida se alejó del lugar presionándose con la mano izquierda la otra extremidad, dirigiéndose a su domicilio donde lo intentaron curar de manera superficial no quedando más remedio que llamar a una ambulancia para ser trasladado a un hospital ya que la lesión se agravaba cada minuto y su vida corría peligro.
Fue en cuestión de horas que la mano de don Demetrio se tornaba morada y con llagas extremas en su alrededor por lo que los médicos dictaminaron que el veneno del animal estaba cangrenando la piel y de no haber tenido la atención adecuada de manera oportuna, el hombre hubiera muerto con mucho dolor.
Al cierre de la edición, el sexagenario se encontraba fuera de peligro y estable en el Hospital General de San Martín Texmelucan, donde esperan su recuperación.
Un campesino de 65 años de edad, originario de la comunidad de Ixtacuixtla, fue mordido por una víbora de cascabel cuando laboraba sus tierras en San Martín Texmelucan, en los límites con Tlaxcala.
Los hechos le ocurrieron a don Demetrio García Pérez el pasado martes cuando labraba los surcos en sus terrenos de siembra ubicados en Alpozonga, Tlaxcala.
Dieron las cinco de la tarde cuando don Demetrio se disponía a finalizar la jornada del día barbechando y limpiando el último surco de sus terrenos, en esos momentos dijo haber escuchado un ruido extraño frente a él, percatándose que una serpiente de aproximadamente metro y medio de largo se preparaba para atacarlo.
Una vez que estuvo al alcance del ponzoñoso animal, agregó que lo único que sintió fue un par de piquetes en la mano derecha entre los dedos como si le inyectaran "ácido" en las venas para de inmediato reaccionar y observar que el reptil seguía en posición defensiva.
De manera rápida se alejó del lugar presionándose con la mano izquierda la otra extremidad, dirigiéndose a su domicilio donde lo intentaron curar de manera superficial no quedando más remedio que llamar a una ambulancia para ser trasladado a un hospital ya que la lesión se agravaba cada minuto y su vida corría peligro.
Fue en cuestión de horas que la mano de don Demetrio se tornaba morada y con llagas extremas en su alrededor por lo que los médicos dictaminaron que el veneno del animal estaba cangrenando la piel y de no haber tenido la atención adecuada de manera oportuna, el hombre hubiera muerto con mucho dolor.
Al cierre de la edición, el sexagenario se encontraba fuera de peligro y estable en el Hospital General de San Martín Texmelucan, donde esperan su recuperación.
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