Silvia Otero/MÉXICO, D.F.-
Marisela Morales Ibáñez, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), reconoció que la dependencia se desgastó ante la corrupción e ineficiencia que existía —entre otros factores—, por lo que asumió el reto de fortalecer a la institución, con medidas como la depuración del personal, en un proceso en el que 272 servidores públicos han sido consignados por la comisión de un delito y 716 han sido separados de sus cargos por no cumplir con las expectativas de la institución.
Advirtió además que, la procuración de justicia "es donde deberán redireccionarse los recursos necesarios, a efecto de proseguir con el camino trazado, de no hacerlo se corre el riesgo ya vivido: el debilitamiento institucional que se traduce en corrupción
e impunidad".
Al dictar una conferencia magistral en el 10 Congreso Nacional "Seguridad, Justicia y Derechos Humanos: Retos del Siglo 21", que organizó la Asociación Nacional de Doctores en Derecho, Colegio de Profesionistas A.C., la procuradora general de la República indicó que "el problema de la delincuencia organizada, con su expresión por excelencia, el narcotráfico, así como la violencia, impunidad y corrupción que esto genera, ha evolucionado, afectando gravemente a la sociedad mexicana".
Frente a este escenario, dijo, el gobierno ha instrumentado en el ámbito de la procuración e impartición de justicia, "acciones firmes y decididas a fin de revertir dicha tendencia".
Expuso que "hoy en los albores del siglo 21, la PGR con 112 años de existencia, ha padecido un desgaste institucional debido a diversos factores", tales como la falta de confianza y credibilidad de la sociedad, la aplicación parcial de pruebas de confianza y perfiles inadecuados en el personal.
Morales destacó que también incidieron "la corrupción e ineficiencia de algunos agentes del Ministerio Público y de la policía; presupuesto limitado, sistemas informáticos obsoletos y desarticulados, así como descoordinación intra e interinstitucional"
Al ofrecer este diagnóstico la funcionaria destacó que "esto, lejos de ser una limitante para excusar la falta de resultados, su servidora lo ha tomado como áreas de oportunidad respecto a la demanda social relativa a una mejor y más eficiente procuración de justicia, por lo que nos hemos dado a la tarea de efectuar acciones para depurar el personal y combatir la corrupción y fortalecer a la institución, en particular al Ministerio Público", así como ser contundentes en la persecución de delitos vinculados a la delincuencia organizada, e inhibir el tráfico de armas de Estados Unidos a México, entre otras acciones.
Dijo que en poco más de un año se han dado 34 nombramientos a nuevos delegados; se han realizado 17 mil 360 evaluaciones de control de confianza, lo que representa más del 30% de las realizadas en toda la administración.
Asimismo, en el proceso de fortalecimiento de la institución, informó que de abril de 2011 a la fecha, se ha certificado casi 70% de la plantilla activa de los servidores públicos de la Procuraduría General de la República, sólo quedan pendientes 3 mil 433, de 20 mil 464 efectivos actualmente.
Reveló que durante su gestión la Visitaduría General ha consignado a 272 servidores públicos, "además de varias órdenes de aprehensión que se encontraban pendientes de hace ya varios años y que se han estado cumpliendo por parte de la Policía Federal Ministerial; han sido separados de la institución más de 716 servidores públicos y se sustituyó a 49 Jefes Regionales de la Policía Federal Ministerial (PFM)".
En el evento, José Narro Robles, rector de la UNAM, destacó que México debe superar los problemas de seguridad que enfrenta, en unidad, pues el país tiene una enorme necesidad de avanzar en la resolución del problema.
Sostuvo que "si no somos capaces de consolidar un verdadero estado de derecho en el que se cumplan las disposiciones que como sociedad nos hemos dado los mexicanos, no vamos a avanzar en el concierto de las naciones".
Indicó que "hemos tenido que arrastrar los problemas de siempre: los históricos, los seculares, la desigualdad, la pobreza, la ignorancia y la enfermedad, y todavía hemos, desafortunadamente, incorporado las nuevas problemáticas.
"Estamos por desgracia entre ese pasado no resuelto y un presente que nos sigue afectando, en particular a las mujeres, jóvenes, a los grupos de indígenas y marginados", puntualizó el rector de la UNAM.