• Esta semana tuvo lugar en la Ciudad de México el Primer Foro Regional sobre Detención de migrantes, solicitantes de asilo, refugiados y sus familias.
• El IDC presento los resultados de una investigación internacional que abre una oportunidad para que México considere alternativas a la detención, incluyendo para niños, ninas y adolescentes migrantes, solicitantes de asilo y otros.
Difusión Cencos/México D.F.-
Esta semana tuvo lugar en la Ciudad de México el Primer Foro Regional sobre Detención de Migrantes, solicitantes de asilo, refugiados y sus familias, coorganizado por la Coalición Internacional contra la Detención (IDC) y Sin Fronteras.
En el evento se compartieron experiencias, preocupaciones sobre la detención de migrantes en la región; al evento acudieron abogados, académicos, psicólogos, activistas y otros miembros de organizaciones de la sociedad civil que trabajan con migrantes, solicitantes de asilo y refugiados en detención de 17 países situados en el continente Americano.
El IDC presento un nuevo modelo que contribuye a limitar el uso innecesario de la detención y promueve alternativas a esta práctica. Se exploraron las políticas de detención en varios países de la región y la conveniencia de implementar mecanismos que permiten a las personas migrantes y solicitantes de asilo gozar de su libertad personal mientras que se resuelva su situación migratoria.
En este sentido, las organizaciones presentes coincidieron en que la detención de toda persona migrante en situación irregular como un instrumento de control migratorio, no constituye una respuesta adecuada hoy en día frente a los crecientes flujos migratorios. Es una medida costosa, que afecta la salud y el bienestar de las personas detenidas y que carece de poder disuasorio a la migración irregular. El debate contemporáneo tiene que ir más allá de respuestas reactivas que consideran a toda persona indocumentada como amenaza a la seguridad.
Grant Mitchell, director del IDC, menciona que cada vez varios Estados alrededor del mundo han revisado y reformado sus políticas de detención migratoria para asegurarse que solo se utiliza como último recurso. México tiene la oportunidad de sumarse a las nuevas tendencias con otros gobiernos como los de EEUU, Reino Unido, Bélgica, Argentina y Japón, y avanzar hacia el uso de alternativas a la detención para grupos vulnerables.
Sin Fronteras, miembro del IDC, ha monitoreado desde el año 1998, los principales centros de detención del país, lo cual ha permitido elaborar informes públicos en los que se da cuenta de avances en el tema de la detención pero también de diversas violaciones a derechos humanos de las personas detenidas que no han logrado superarse. En particular, preocupa la falta de acceso a la información y la privación de la libertad de ciertos grupos vulnerables, como los niños, niñas y adolescentes, y los solicitantes de asilo, entre otros. Desafortunadamente los nuevos marcos normativos (Ley de refugiados y protección complementaria y Ley de migración) aún tienen vacíos y retos importantes que deben seguir trabajándose, para que en la práctica, sea efectivo el goce de los derechos humanos de dicha población en México.
Las problemáticas sustanciales y sistemáticas que la organización ha detectado y que persisten en el ejercicio y goce efectivo de derechos humanos esenciales son los derechos a: ser informado sobre el proceso migratorio; solicitar y recibir asilo; servicios médicos de calidad y especializados que salvaguarden la salud de las personas en detención; recibir un trato digno y humano;, la justicia y medios de defensa legal efectivos y oportunos; la representación legal, y; participar en actividades recreativas, educativas y culturales, entre otros. En casos extremos, la situación de detención puede generar no sólo alteraciones emocionales sino también depresión y estrés postraumático padecimientos que si no son adecuadamente atendidos, pueden provocar algunas tipos de crisis que requieren de atención psiquiátrica.
En la investigación que presenta el IDC, se evidencia que los programas considerados exitosos en otras partes del mundo cuentan con un sistema de gestión migratoria diferenciado, aplicando una revisión y evaluación del caso individual y del contexto de la comunidad antes de privar de su libertad a una persona migrante en situación irregular.
En los casos donde se han implementado alternativas a la detención migratoria, resultan ser confiables, eficientes, efectivas y benéficas desde el puntos de vista de la sociedad de acogida y de las personas migrantes, así como significar un ahorro del gasto público anteriormente destinado a cubrir los costos de la detención. Además, se ha mostrado que las alternativas a la detención presentan altos niveles de cumplimiento con las leyes migratorias debido a que las personas tienden a responder de manera positiva cuando son tratadas con dignidad y humanidad.
De ahí que el IDC y Sin Fronteras exhortan al gobierno Mexicano y a los demás de la región, a revisar y reformar su política de privar de la libertad a personas migrantes en situación irregular de tal modo que queda efectivamente como una medida a la que se recurre en casos excepcionales y como último recurso. Las organizaciones invitan al gobierno a que explore mecanismos que permitan analizar las circunstancias particulares de cada caso, liberar a niños niñas y adolescentes, solicitantes de asilo y otros grupos vulnerables, y desarrollar programas especializados para atender a casos en la comunidad mientras que se resuelve su situación migratoria para que se queden legalmente en el pais o se espere su retorno al país de origen.
• El IDC presento los resultados de una investigación internacional que abre una oportunidad para que México considere alternativas a la detención, incluyendo para niños, ninas y adolescentes migrantes, solicitantes de asilo y otros.
Difusión Cencos/México D.F.-
Esta semana tuvo lugar en la Ciudad de México el Primer Foro Regional sobre Detención de Migrantes, solicitantes de asilo, refugiados y sus familias, coorganizado por la Coalición Internacional contra la Detención (IDC) y Sin Fronteras.
En el evento se compartieron experiencias, preocupaciones sobre la detención de migrantes en la región; al evento acudieron abogados, académicos, psicólogos, activistas y otros miembros de organizaciones de la sociedad civil que trabajan con migrantes, solicitantes de asilo y refugiados en detención de 17 países situados en el continente Americano.
El IDC presento un nuevo modelo que contribuye a limitar el uso innecesario de la detención y promueve alternativas a esta práctica. Se exploraron las políticas de detención en varios países de la región y la conveniencia de implementar mecanismos que permiten a las personas migrantes y solicitantes de asilo gozar de su libertad personal mientras que se resuelva su situación migratoria.
En este sentido, las organizaciones presentes coincidieron en que la detención de toda persona migrante en situación irregular como un instrumento de control migratorio, no constituye una respuesta adecuada hoy en día frente a los crecientes flujos migratorios. Es una medida costosa, que afecta la salud y el bienestar de las personas detenidas y que carece de poder disuasorio a la migración irregular. El debate contemporáneo tiene que ir más allá de respuestas reactivas que consideran a toda persona indocumentada como amenaza a la seguridad.
Grant Mitchell, director del IDC, menciona que cada vez varios Estados alrededor del mundo han revisado y reformado sus políticas de detención migratoria para asegurarse que solo se utiliza como último recurso. México tiene la oportunidad de sumarse a las nuevas tendencias con otros gobiernos como los de EEUU, Reino Unido, Bélgica, Argentina y Japón, y avanzar hacia el uso de alternativas a la detención para grupos vulnerables.
Sin Fronteras, miembro del IDC, ha monitoreado desde el año 1998, los principales centros de detención del país, lo cual ha permitido elaborar informes públicos en los que se da cuenta de avances en el tema de la detención pero también de diversas violaciones a derechos humanos de las personas detenidas que no han logrado superarse. En particular, preocupa la falta de acceso a la información y la privación de la libertad de ciertos grupos vulnerables, como los niños, niñas y adolescentes, y los solicitantes de asilo, entre otros. Desafortunadamente los nuevos marcos normativos (Ley de refugiados y protección complementaria y Ley de migración) aún tienen vacíos y retos importantes que deben seguir trabajándose, para que en la práctica, sea efectivo el goce de los derechos humanos de dicha población en México.
Las problemáticas sustanciales y sistemáticas que la organización ha detectado y que persisten en el ejercicio y goce efectivo de derechos humanos esenciales son los derechos a: ser informado sobre el proceso migratorio; solicitar y recibir asilo; servicios médicos de calidad y especializados que salvaguarden la salud de las personas en detención; recibir un trato digno y humano;, la justicia y medios de defensa legal efectivos y oportunos; la representación legal, y; participar en actividades recreativas, educativas y culturales, entre otros. En casos extremos, la situación de detención puede generar no sólo alteraciones emocionales sino también depresión y estrés postraumático padecimientos que si no son adecuadamente atendidos, pueden provocar algunas tipos de crisis que requieren de atención psiquiátrica.
En la investigación que presenta el IDC, se evidencia que los programas considerados exitosos en otras partes del mundo cuentan con un sistema de gestión migratoria diferenciado, aplicando una revisión y evaluación del caso individual y del contexto de la comunidad antes de privar de su libertad a una persona migrante en situación irregular.
En los casos donde se han implementado alternativas a la detención migratoria, resultan ser confiables, eficientes, efectivas y benéficas desde el puntos de vista de la sociedad de acogida y de las personas migrantes, así como significar un ahorro del gasto público anteriormente destinado a cubrir los costos de la detención. Además, se ha mostrado que las alternativas a la detención presentan altos niveles de cumplimiento con las leyes migratorias debido a que las personas tienden a responder de manera positiva cuando son tratadas con dignidad y humanidad.
De ahí que el IDC y Sin Fronteras exhortan al gobierno Mexicano y a los demás de la región, a revisar y reformar su política de privar de la libertad a personas migrantes en situación irregular de tal modo que queda efectivamente como una medida a la que se recurre en casos excepcionales y como último recurso. Las organizaciones invitan al gobierno a que explore mecanismos que permitan analizar las circunstancias particulares de cada caso, liberar a niños niñas y adolescentes, solicitantes de asilo y otros grupos vulnerables, y desarrollar programas especializados para atender a casos en la comunidad mientras que se resuelve su situación migratoria para que se queden legalmente en el pais o se espere su retorno al país de origen.