Xóchitl Rangel Corresponsal/El Universal
PUEBLA. Los resultados preliminares de la investigación ejecutada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) sostienen que la granada de 40 milímetros abandonada en el predio El Ídolo, en el municipio de Petlancingo —que originó la explosión que lesionó al pastorcito Osvaldo—, fue dejada por el crimen organizado.
A pesar de esta versión dada a conocer ayer, familiares del menor rechazan tal señalamiento al destacar que en el pueblo jamás han existido antecedentes de presencia del narcotráfico, ya que “ni carros de lujo hay, ni han ocurrido balaceras, ni hay para comer”.
Osvaldo resultó herido hace tres semanas cuando caminaba con sus ovejas en su comunidad, cerca de donde había un campo de entrenamiento de la 25 Zona Militar, y de pronto un artefacto explotó, lo que le ocasionó perder su pierna y brazo derechos. Los habitantes y las autoridades municipales atribuyeron la tragedia a un descuido por parte de los militares.
Ayer, Fernando Manzanilla Prieto, titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG), reveló que las autoridades locales no están deslindando al Ejército del incidente, pero insistió en que la responsabilidad podría ser de los grupos delictivos.
Informó que en Petlalcingo se encontraron otros artefactos que no especificó, pero “que por sus características resultan atribuibles” a organizaciones delictivas y no a la milicia.
“El procurador ha estado muy pendiente del tema, todo apuntaba —por lo que él me comentó en su momento— a que se estaba tratando, lo más probable, de algo con el crimen organizado por otra serie de artefactos que se encontraron en la zona (…) las indagatorias arrojan a un tema de organizaciones criminales”, explicó Manzanilla Prieto.
El funcionario local recalcó que la investigación requiere de precisión, a fin de reunir los elementos probatorios y así saber el origen de la granada.
Recalcó que cuando los resultados estén listos completamente, las autoridades aclararán el accidente.
Dijo que independientemente de las conclusiones, si se revelan que se trató de armamento de alguna célula delictiva o bien del descuido de militares, el gobierno de Puebla se responsabilizará de Osvaldo y su familia para “hacerles la vida más llevadera”.
PUEBLA. Los resultados preliminares de la investigación ejecutada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) sostienen que la granada de 40 milímetros abandonada en el predio El Ídolo, en el municipio de Petlancingo —que originó la explosión que lesionó al pastorcito Osvaldo—, fue dejada por el crimen organizado.
A pesar de esta versión dada a conocer ayer, familiares del menor rechazan tal señalamiento al destacar que en el pueblo jamás han existido antecedentes de presencia del narcotráfico, ya que “ni carros de lujo hay, ni han ocurrido balaceras, ni hay para comer”.
Osvaldo resultó herido hace tres semanas cuando caminaba con sus ovejas en su comunidad, cerca de donde había un campo de entrenamiento de la 25 Zona Militar, y de pronto un artefacto explotó, lo que le ocasionó perder su pierna y brazo derechos. Los habitantes y las autoridades municipales atribuyeron la tragedia a un descuido por parte de los militares.
Ayer, Fernando Manzanilla Prieto, titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG), reveló que las autoridades locales no están deslindando al Ejército del incidente, pero insistió en que la responsabilidad podría ser de los grupos delictivos.
Informó que en Petlalcingo se encontraron otros artefactos que no especificó, pero “que por sus características resultan atribuibles” a organizaciones delictivas y no a la milicia.
“El procurador ha estado muy pendiente del tema, todo apuntaba —por lo que él me comentó en su momento— a que se estaba tratando, lo más probable, de algo con el crimen organizado por otra serie de artefactos que se encontraron en la zona (…) las indagatorias arrojan a un tema de organizaciones criminales”, explicó Manzanilla Prieto.
El funcionario local recalcó que la investigación requiere de precisión, a fin de reunir los elementos probatorios y así saber el origen de la granada.
Recalcó que cuando los resultados estén listos completamente, las autoridades aclararán el accidente.
Dijo que independientemente de las conclusiones, si se revelan que se trató de armamento de alguna célula delictiva o bien del descuido de militares, el gobierno de Puebla se responsabilizará de Osvaldo y su familia para “hacerles la vida más llevadera”.
“Fueron los soldados”
“Si dicen que cualquiera puede comprar esa granada, que me digan dónde, porque Petlalcingo siempre ha sido un pueblo pobre, pero tranquilo”, expresó Amparo Barragán, tía de Osvaldo.
Indignada, la mujer repudió las excusas del gobierno para reconocer que los militares abandonaron el artefacto en un predio. La familia ha pedido en reiteradas ocasiones que la Secretaría de la Defensa Nacional reconozca su responsabilidad para que el niño reciba una indemnización y una beca, ya que perdió sus extremidades derechas.
“A mi sobrino le cambiaron la vida, si los soldados nunca hubieran llegado a Petlalcingo no habría nada de armas, ni Osvaldo la hubiera encontrado. Nada de esto pasaría”.
Después del accidente, la Sedena envió un comunicado en el que informó que investigaría lo sucedido en Petlalcingo, pero hasta ayer no había emitido ninguna nueva postura.
“Si dicen que cualquiera puede comprar esa granada, que me digan dónde, porque Petlalcingo siempre ha sido un pueblo pobre, pero tranquilo”, expresó Amparo Barragán, tía de Osvaldo.
Indignada, la mujer repudió las excusas del gobierno para reconocer que los militares abandonaron el artefacto en un predio. La familia ha pedido en reiteradas ocasiones que la Secretaría de la Defensa Nacional reconozca su responsabilidad para que el niño reciba una indemnización y una beca, ya que perdió sus extremidades derechas.
“A mi sobrino le cambiaron la vida, si los soldados nunca hubieran llegado a Petlalcingo no habría nada de armas, ni Osvaldo la hubiera encontrado. Nada de esto pasaría”.
Después del accidente, la Sedena envió un comunicado en el que informó que investigaría lo sucedido en Petlalcingo, pero hasta ayer no había emitido ninguna nueva postura.